Aunque sólo sea por “vergüenza torera”, y por nada más, debería dimitir, señora Mato. Digámoslo claro, usted no ha sabido “atarse bien los machos”. Creo que ha llegado el momento de “cortarse la coleta” ya que nunca llegará a “ser una figura” y jamás “saldrá por la puerta grande”.
Como me temo que aunque haya “recibido un revolcón”, por parte de políticos y ciudadanos de a pie, su dimisión no se producirá, espero que el “primer espada” de su partido la cese de manera inmediata y fulminante. Ya le tocaría “recibir una cornada” por su mala gestión a lo largo de toda esta legislatura durante la cual se ha “puesto el mundo por montera”.
Lo suyo ya “pasa de castaño oscuro” y alguien tendrá que “pararle los pies”. Sus declaraciones son más temidas que un “miura” por arrogantes, irrespetuosas, irresponsables, incomprensibles y majaderas “dando un desplante” a la ciudadanía que le paga el sueldo.
Ahora que ya “está de capa caída” no creo que nadie le “eche un capote” para que usted pueda “escurrir el bulto” y evitar que le “den la puntilla”.
Las preguntas en las ruedas de prensa la dejan “desarmada” y nos confirman que usted sólo es otra “espontanea” más en este gobierno que constantemente mete la pata “hasta la bola”.
Ana, es hora de “dar la alternativa” y pasar a “ver los toros desde la barrera” porque, aunque parezca que usted se “crece al castigo”, lo cierto es que no ha sabido “coger el toro por los cuernos”.
En fin, que tras su última “faena” y después de haber infligido con su pésima gestión severos “puyazos” a todos los ciudadanos, sólo nos queda decirle aquello de: “los toreros en las plazas, los cómicos en las tablas”.